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Los trabajadores del Poder Judicial de la Federación han iniciado un paro de labores en protesta por la reforma constitucional que ha presentado el presidente Andrés Manuel López Obrador. Esta iniciativa, respaldada por la presidenta electa Claudia Sheinbaum, ha generado preocupación entre los empleados, quienes consideran que podría afectar la independencia judicial y los derechos laborales de los trabajadores.
Alcance y Participación
El paro comenzó el lunes 19 de agosto en varias entidades, incluyendo Ciudad de México, Estado de México, Nuevo León, Zacatecas, Yucatán, Morelos y Coahuila. Personal de base, operativo y secretarios del Poder Judicial han sido parte de esta movilización, mientras que otros circuitos, juzgados y oficinas del Poder Judicial han convocado a asambleas para votar la continuidad del paro a partir del 21 de agosto.
Motivaciones y Reacciones
Los trabajadores han expresado su preocupación por la iniciativa de reforma, la cual, aunque incluye 100 modificaciones respecto a la propuesta inicial de López Obrador, sigue siendo vista como una amenaza para la independencia de los jueces, magistrados y ministros. Además, temen que la reforma afecte los derechos laborales de los trabajadores actuales.
Por su parte, el presidente López Obrador ha defendido la reforma, argumentando que es necesaria para combatir los altos niveles de corrupción en la impartición de justicia y para reducir el costo operativo del Poder Judicial. Esta postura ha generado un profundo debate en la sociedad, polarizando opiniones sobre la verdadera intención de la reforma.
La Reforma en el Contexto Político
La reforma al Poder Judicial de la Federación forma parte de un paquete de 20 iniciativas que fueron enviadas al Congreso de la Unión en febrero. Sin embargo, es esta iniciativa la que ha generado más polémica debido a su propuesta de elegir a los integrantes del Poder Judicial mediante el voto popular. Esta idea, aunque innovadora, presenta retos logísticos significativos, y ha sido objeto de críticas tanto dentro como fuera del ámbito político.
El proceso de discusión de la reforma comenzará con la próxima legislatura en el Congreso. Se trata de la primera iniciativa que será debatida en esta nueva etapa, requiriendo un voto calificado para su aprobación. Mientras que Morena y sus aliados cuentan con las dos terceras partes necesarias en la Cámara de Diputados, la situación es diferente en la Cámara de Senadores, lo que podría complicar el avance de la reforma.