Ruta a la IA soberana

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  • México avanza en inteligencia artificial con inversiones que superan los 450 millones de dólares en 2025, impulsado por alianzas público-privadas con empresas como Dell para fortalecer infraestructura, talento e innovación local
  • Walmart reportó 21.5 millones de usuarios conectados con Bait, pero más de la mitad no han usado su dispositivo en tres meses. La conectividad que presume la empresa es insostenible y pone en duda su estrategia digital

Realidad Aumentada

Adrián Campos

La inteligencia artificial (IA) ella se está convirtendo en un motor tangible de transformación económica. En México, su adopción avanza con fuerza: se estima que el mercado de aplicaciones de IA alcanzará los 450 millones de dólares en 2025, un salto notable frente a los 98 millones registrados en 2024.

Esta aceleración no solo refleja el interés del sector privado, sino también la urgencia de construir una IA soberana, basada en talento local, infraestructura robusta y alianzas estratégicas.

México ya figura entre los países latinoamericanos con mejor desempeño en investigación y desarrollo de IA, según el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA). Iniciativas como Latam GPT, desarrolladas en colaboración con Chile y Argentina, demuestran que es posible crear modelos de lenguaje que reflejen nuestra cultura e historia regional.

Pero el verdadero reto está en la infraestructura. La falta de centros de cómputo de alto rendimiento (HPC), la brecha de conectividad y la escasez de talento técnico son obstáculos que no pueden resolverse solo desde el gobierno. Aquí es donde las asociaciones público-privadas (APP) se convierten en catalizadores del cambio.

Dell Technologies México, por ejemplo, ha sido un actor clave en este ecosistema. Según Lucio Meurer, CTO de Servicios para IA en Dell, las APP son prioritarias para consolidar el potencial de la IA en México.

La empresa texana ha colaborado con gobiernos locales para desplegar infraestructura escalable, desde centros de datos hasta plataformas edge y multicloud, que permiten implementar soluciones de IA seguras y eficientes.

Estas alianzas no solo aportan tecnología, sino también impacto económico. Un ejemplo claro es el nuevo centro de operaciones de Tata Consultancy Services en Ciudad de México, enfocado en IA y tecnologías emergentes.

Este proyecto generará más de 5 mil empleos en los próximos dos años, en áreas como ciberseguridad, nube, internet de las cosas y análisis de datos.

El Fondo Monetario Internacional proyecta que la IA sumará 0.5 puntos porcentuales al crecimiento del PIB mundial cada año hasta 2030.

Para que México aproveche esta oportunidad, es urgente establecer marcos regulatorios claros, fomentar el uso ético de la IA y crear incentivos fiscales y financieros que impulsen la innovación desde lo local.

La experiencia demuestra que cuando el sector público y privado trabajan juntos, la innovación florece. No se trata de ceder el control del desarrollo tecnológico, sino de construir alianzas que potencien nuestras capacidades nacionales. La IA no debe ser una herramienta de dependencia, sino un motor de soberanía.

México tiene el talento, la creatividad y la voluntad política para liderar esta transformación. Lo que necesitamos ahora es decisión, inversión y colaboración. Porque el futuro no se espera: se diseña.

Gemelos Digitales

Walmart prometió cerrar la brecha digital en México con Bait, su brazo de conectividad. Pero la realidad contradice el discurso: más de la mitad de los 21.5 millones de usuarios reportados no han usado su dispositivo en los últimos tres meses.

En su reporte del segundo trimestre, Walmart México y Centroamérica reportó una caída del 10% en beneficios netos, a pesar de un aumento del 8% en ingresos, que alcanzaron los 246 mil millones de pesos. El beneficio neto fue de 11.23 mil millones.

La empresa insiste en que su futuro está en la omnicanalidad, pero sin usuarios activos, no hay ecosistema digital. Y sin ecosistema, no hay historia de inversión.

Peor aún, los bonos de ejecutivos como Gabriel Cejudo se pagaban con base en esos usuarios inactivos. ¿Cuánto se ganó con cifras infladas?

El gobierno también queda expuesto. Bait fue presentado como socio clave en la estrategia nacional de conectividad. Si los usuarios no existen, ¿qué tan real fue esa alianza?

La conectividad no puede ser una herramienta de propaganda. Es un derecho. Y hoy, Bait no conecta.

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