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Hay algo que Bitso está haciendo con maestría: proteger su infraestructura tecnológica. La plataforma de intercambio de criptodivisas le ha dado, a lo largo de los años, la importancia debida a la ciberseguridad y al resguardo de la información que maneja, por lo que se ha podido blindar de millones de ataques. Y eso, en tiempos donde las vulneraciones están de moda, la vuelve un ejemplo a seguir dentro del ecosistema emprendedor.
En México, tan solo durante el primer trimestre del año se mitigaron 59 millones de ciberamenazas y la tendencia es que esta cifra crezca, de acuerdo con datos de Cloudfare, plataforma líder en ciberseguridad y servicios para desarrolladores en la nube. Y, si bien estas amenazas se dirigen a todas las industrias, los sectores más atacados suelen ser telecomunicaciones, reclutamiento, finanzas y educación (es decir, prácticamente todo lo que toca la industria tecnológica y el mundo fintech).
En esta coyuntura, es fácil ver por qué un gigante de la industria cripto necesita protegerse. También, es fácil entender la urgencia de que más start-ups y scale-ups se adhieran a protocolos para evitar los ciberataques. Sin embargo, lo que resulta más complicado es el cómo hacerlo de manera eficiente.
Carlos Torales, vicepresidente de Cloudfare en Latinoamérica, explica que una de las estrategias que mejor adopción tienen entre las empresas —de base tecnológica o no— es la zero trust. Básicamente, este protocolo asume que ningún dispositivo o usuario, dentro o fuera de la red, es de confianza. Por ello, verifica todas sus solicitudes de acceso y evita que las personas no autorizadas vean documentos, bases o contenidos fuera de sus límites.
Uno de los puntos más importantes de la estrategia zero trust, señala Torales, es que minimiza el impacto de los ataques exitosos, al evitar que los criminales tengan acceso a toda la información cuando hackean a alguno de los empleados.
Aunque muchas empresas de base tecnológica en México y en América Latina tienen cierto grado de seguridad digital, en la región la principal causa de vulneraciones es por errores humanos. Eso es y será inevitable, pues todos somos susceptibles a darle clic a un vínculo desconocido, reciclar contraseñas o abrir nuestro correo electrónico en dispositivos no personales. Por lo tanto, entender y operar con esto en mente, se volverá crucial para la higiene tecnológica de las empresas.
Bitso opera, entre otros protocolos, con estrategias zero trust. De esa manera se blinda de que un posible ataque vulnere la información de sus millones de usuarios. Además, cuenta con una cultura de ciberseguridad sólida y con proveedores que “paran el gol” de los ciberataques desde el origen, en vez de estar apagando fuegos.
Periodista de investigación con más de una década de experiencia en economía y finanzas. Apasionada del ecosistema emprendedor, comunica y analiza los temas de relevancia para el sector Pueden encontrarla en sus redes sociales y en adeydenv@gmail.com