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La reciente aprobación de la reforma al Poder Judicial por el pleno del Senado mexicano marca un cambio trascendental en el sistema judicial del país. A partir de 2025, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), magistrados de circuito y jueces de distrito serán elegidos por voto popular, un hecho sin precedentes en la historia jurídica de México.
El Senado aprobó la reforma con una mayoría calificada, alcanzando 86 votos a favor, superando los 41 en contra y sin abstenciones. El bloque conformado por Morena, el Partido Verde y el PT fue clave para este resultado, contando con el apoyo del panista Miguel Ángel Yunes Márquez y la ausencia del emecista Francisco Daniel Barreda. Esta reforma, considerada histórica, fue avalada en lo general, pese a las intensas protestas y oposiciones tanto dentro como fuera del recinto legislativo.
Tensión en el Senado y manifestaciones
El proceso de aprobación no estuvo exento de controversias. La sesión, celebrada en la Casona de Xicoténcatl, antigua sede del Senado, se realizó bajo circunstancias extraordinarias debido a la toma del pleno por parte de trabajadores del Poder Judicial, estudiantes de derecho y juzgadores que protestaban en contra de la reforma. A pesar de los intentos de la oposición por suspender la sesión, la mayoría oficialista logró consolidar su posición y avanzar en la votación.
Críticas y acusaciones de la oposición
La oposición, integrada por el PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, acusó al bloque de Morena y sus aliados de haber «arrebatado» la mayoría calificada mediante «trampas, corruptelas y chantajes». Estas fuertes declaraciones, pronunciadas desde la tribuna por figuras como la priista Carolina Viggiano, subrayaron el nivel de confrontación política que rodeó la discusión y eventual aprobación de la reforma.
Reforma judicial: un cambio histórico
Con la aprobación de esta reforma, México se encamina hacia un modelo de elección popular para altos cargos del Poder Judicial. Los jueces y magistrados serán elegidos a través de una competencia democrática en la que los ciudadanos podrán nominar a los aspirantes. Esta medida busca aumentar la transparencia y la rendición de cuentas en el sistema judicial, aunque también ha generado inquietud entre diversos sectores que temen que la independencia judicial se vea comprometida.
Implicaciones para el futuro del Poder Judicial en México
El cambio más significativo que introduce la reforma es la participación directa de los ciudadanos en la elección de los ministros, magistrados y jueces. Para 2025, 849 plazas estarán abiertas para ser ocupadas por candidatos que pasarán por un riguroso proceso de selección y evaluación. Este proceso será una competencia entre más de 5,000 finalistas, quienes serán recomendados por vecinos, colegas y otros ciudadanos interesados en mejorar el sistema judicial del país.