El enemigo en casa

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EN UN MOMENTO en que los exportadores mexicanos ya enfrentan una tormenta comercial por los aranceles impuestos por Estados Unidos, el gobierno de Claudia Sheinbaum ha decidido añadir más leña al fuego.

Pareciera que, con el reciente anuncio de la Secretaría de Economía, encabezada por Marcelo Ebrard, sobre la implementación del “aviso automático de exportación” para 30 fracciones arancelarias, buscan crear más inestabilidad y encendieron las alarmas en el sector productivo nacional.

Este nuevo requisito, publicado el 3 de junio en el Diario Oficial de la Federación, obliga a los exportadores a solicitar un permiso previo para enviar productos como computadoras, convertidores catalíticos, cables de fibra óptica, pantallas planas, y lo más preocupante: cerveza y tequila, dos de los productos agrícolas más emblemáticos de México.

La medida, que entrará en vigor el 7 de julio de 2025, otorga a la Dirección General de Facilitación Comercial y de Comercio Exterior hasta 10 días hábiles para responder a cada solicitud, sumando un retraso burocrático que podría traducirse en pérdidas millonarias y en la ruptura de cadenas de suministro críticas.

Según el Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), más de 50% del volumen total de exportaciones de la industria se verá afectado.

Esto no es un dato menor: solo en el primer trimestre de 2025, las exportaciones de cerveza alcanzaron los mil 566 millones de dólares y las de tequila mil 29 millones. Retrasar estos envíos no solo pone en riesgo contratos internacionales, sino también millones de empleos que dependen de estas industrias.

El gobierno justifica la medida como una forma de “monitorear con mayor precisión los flujos comerciales” y adaptarse a un nuevo paradigma de globalización basado en ventajas estratégicas.

Sin embargo, en la práctica, parece más una barrera que una solución. En lugar de fortalecer la competitividad, se está generando incertidumbre y desconfianza en los socios comerciales.

Estados Unidos ya ha impuesto aranceles de hasta 145% a ciertos productos mexicanos, lo que se necesita es agilidad, no trabas. La política comercial debe ser un escudo, no un obstáculo.

Si bien es válido buscar mayor control y trazabilidad, esto debe hacerse sin sacrificar la eficiencia ni poner en jaque a sectores clave de la economía.

México necesita una estrategia comercial que combine inteligencia regulatoria con pragmatismo económico.

De lo contrario, corremos el riesgo de que nuestras fortalezas se conviertan en vulnerabilidades, y que el país pierda terreno en un mercado global cada vez más competitivo.

Jesús Antonio Esteva (Imagen dariocelis.mx)

LA SECRETARÍA DE Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, a cargo de Jesús Esteva, anunció una inversión conjunta público-privada de 126 mil 609 millones de pesos para modernizar 62 aeropuertos durante el sexenio. Este año se destinarán 33 mil 728 millones, con el objetivo de fortalecer un sector que genera más de un millón de empleos. La estrategia incluye capacitación técnica del personal y colaboración con organismos como la AFAC, Seneam y ASA. Esta iniciativa busca mejorar la conectividad aérea y la competitividad logística del país.

Andrea Marvan (Imagen dariocelis.mx)

LA TODAVÍA EXISTENTE COMISIÓN Federal de Competencia Económica, que aún preside Andrea Marván, inició cuatro investigaciones por posibles prácticas anticompetitivas en sectores clave como construcción, seguros, cal y plataformas inmobiliarias. Estas acciones derivan de monitoreos y una denuncia recibida en 2024. Aunque aún no hay responsables, se busca garantizar condiciones equitativas para consumidores y empresas.

ARCA CONTINENTAL ANUNCIÓ la adquisición de Imperial, empresa de máquinas expendedoras con operaciones en Oklahoma y estados vecinos. La operación, aún sujeta a autorizaciones regulatorias, refuerza su presencia en el mercado estadounidense. En 2025, la compañía prevé invertir 18 mil millones de pesos, destinando la mitad a México y el resto a Estados Unidos y Sudamérica.

OTRA QUE ANDA inviertiendo fuerte es ADO, que anunció una inversión superior a mil 500 millones de pesos para renovar 220 unidades de transporte, fortaleciendo su red nacional. Esta iniciativa busca mejorar la experiencia del usuario con tecnología y confort, además de impulsar la conectividad desde un punto estratégico del país. La renovación tendrá en Puebla su eje logístico clave.