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El peso mexicano ha registrado una caída frente al dólar estadounidense durante la mañana del martes, con un tipo de cambio spot en 19.4200 unidades por dólar, marcando su segunda sesión consecutiva de depreciación. En comparación con el cierre del lunes, cuando la divisa se ubicó en 19.3049 unidades, la moneda local ha perdido 11.51 centavos, lo que representa un descenso del 0.60%.
Factores que influyen en la depreciación del peso
Uno de los principales motivos detrás de la caída del peso es la espera de los datos de inflación local, que se darán a conocer mañana miércoles. Los analistas esperan que estas cifras proporcionen una mejor idea de la trayectoria futura de la política monetaria del Banco de México (Banxico). De hecho, el mercado anticipa un posible recorte de 25 puntos básicos en la tasa de interés por parte de Banxico, lo que podría impactar la cotización del peso frente al dólar en los próximos días.
La influencia del entorno global
A nivel internacional, el Índice Dólar (DXY), que mide el rendimiento del dólar frente a una cesta de seis monedas, muestra un ligero retroceso del 0.04%, ubicándose en 102.50 unidades. Esta baja en el dólar se debe a que los inversionistas están a la espera de la divulgación de las minutas de la última reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos, en la que se podrían señalar futuras decisiones sobre la política monetaria estadounidense, incluidas posibles reducciones en las tasas de interés.
Durante la jornada, el precio del dólar ha oscilado entre un máximo de 19.4511 unidades y un mínimo de 19.2236 unidades, reflejando la volatilidad del mercado en medio de las expectativas sobre la inflación en México y Estados Unidos.
Los riesgos de corto plazo
En este contexto, el peso mexicano podría experimentar mayores fluctuaciones en los próximos días a medida que se publiquen los datos clave de inflación en ambos países. Los inversionistas observan con cautela, ya que cualquier sorpresa en las cifras podría influir en las decisiones de política monetaria tanto de Banxico como de la Reserva Federal, lo que repercutiría directamente en el tipo de cambio.