‘Tradear’ sin perderlo todo: la visión de un autodidacta sobre educación financiera
Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 29 segundos
Cuando Albert Suriol se interesó por el trading, quería hacer dinero pronto. Joven y con ganas de comerse al mundo, aprendió los fundamentos del intercambio de divisas en redes sociales, con videos y un cuaderno de notas, pues no tenía recursos para un curso formal. Luego, comenzó a invertir… y prácticamente lo perdió todo.
Aunque logró remontar el primer bache de su carrera luego de unos meses en el sector, esos primeros días le permitieron identificar uno de los grandes dolores que atraviesa la industria fintech a nivel mundial: la falta de educación financiera.
“El trading tiene muy mala fama y es una fama totalmente justificada porque es una industria en la que nunca se venden realidades, siempre se venden expectativas futuras […]. Eso se ha aprovechado muchísimo para estafar a mucha gente que está buscando una mejor vida”, explica.
Con esto en mente, Suriol planteó una solución simple, pero que ha dado resultados en Europa: enseñar sobre trading en una serie de simulaciones que permitan a los inversionistas entender el mercado, sin perder todo su dinero en el proceso.
Wall Street Funded, startup que cofundó y que está llegando a México, opera en lo que se conoce como prop trading. Es decir, la empresa utiliza su propio dinero para intercambiar activos como bonos, divisas, materias primas, derivados o acciones. Desde ahí, se ofrecen exámenes y simulaciones que permiten a los interesados transaccionar en tiempo real sin perder todo su dinero —o el de algún cliente— por tres meses, mientras comprenden la dinámica del mercado de divisas.
Este mercado, también llamado Forex, representa riesgos importantes para quienes no están familiarizados con él. Primero, está descentralizado y opera continuamente; además, es de los más líquidos del mundo por su gran cantidad de compradores y vendedores. Por ello, es muy fácil perder dinero rápidamente.
Asimismo, la falta de transparencia en el sector se vuelve un reto para quienes van comenzando su carrera en el trading. Muchas empresas apuestan por modelos de negocios en donde la oferta de cursos o la atracción de nuevos clientes se vuelven los pilares del crecimiento económico, lo que las pone en riesgo cuando los inversionistas sacan su dinero.
“Al ser un autodidacta me daba cuenta cómo mucha gente utilizaba esta expectativa futura para montar una empresa que era una estafa”, dice Suriol.
El empresario asegura que, ante este panorama, apostar por una fintech de educación sobre trading resulta una parte fundamental para que más personas sepan cómo invertir y no se dejen seducir por la idea de volverse millonarios de la noche a la mañana. Para ello, dice, hay que entender “que la Bolsa no son solo cuatro gráficas; es mucho más complejo que eso”.