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La creación de la Secretaría de Ciencias, Humanidades, Tecnología e Innovación (SCiHTI) marca un hito importante en el panorama científico y tecnológico de México. Según el investigador Ricardo Guerra Sánchez, Doctor en Filosofía (PhD) en Ciencias de la Tierra y Medio Ambiente por la Universidad Francesa de Toulouse INP, esta nueva entidad presenta una gran oportunidad para los Centros Públicos de Investigación que anteriormente formaban parte del CONACYT.
La Ciencia Productiva: Un Enfoque Necesario
La ciencia productiva se centra en desarrollar tecnologías y soluciones que satisfagan las necesidades básicas de la población, promoviendo el bienestar social. Este enfoque, según Guerra Sánchez, ha sido insuficientemente implementado en México.
Guerra Sánchez destaca que México ha descuidado el desarrollo de tecnologías propias, lo que ha llevado a una dependencia de tecnologías extranjeras. Esta situación ha generado vulnerabilidad y ha relegado la importancia de la innovación, creando una urgencia para abordar las necesidades diarias de la sociedad.
El Papel de los Científicos Mexicanos
A pesar de contar con científicos altamente capacitados que han contribuido significativamente al avance del conocimiento, México ha llegado tarde al desarrollo tecnológico y la innovación en el contexto global. Aunque se han logrado importantes publicaciones y premios, la falta de un enfoque en la producción científica ha limitado el progreso.
La Escasez de Tecnólogos
La dependencia de tecnologías extranjeras se atribuye a la escasez de tecnólogos en el país. Estos profesionales son esenciales para traducir las necesidades locales en aplicaciones científicas que aborden problemas prioritarios. Guerra Sánchez enfatiza la necesidad de fomentar la ciencia productiva a través de estos tecnólogos.
Aprovechando las Capacidades de los Centros Públicos
Para aprovechar las capacidades de los Centros Públicos, la SCiHTI debe utilizar la infraestructura y los recursos humanos disponibles, enfocándose en el desarrollo tecnológico. Esto es fundamental para lograr la soberanía tecnológica que México necesita y reducir la dependencia externa.
El desarrollo en áreas como ciencia de datos, inteligencia artificial y sostenibilidad recae en los tecnólogos, quienes tienen la responsabilidad de atender las necesidades sociales. Guerra Sánchez concluye que desde el servicio público se debe cumplir con esta obligación y ofrecer resultados tangibles para el bienestar de la sociedad.