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- La llamada Ley de Cobranza delegada podría permitir a Sofomes, en especial, poder “cobrarse a lo chino” de la nómina de los empleados, y por lo ambiguo podría impulsar la creación de más apps montadeudas
- Ya se dio el primer choque de visiones de un empresario tecnológico con Elon Musk al frente del Departamento de Eficiencia y Desregulación de EE.UU.; Bill Gates y su visión más progresista choca con la del sudafricano
Realidad Aumentada
Adrián Campos
Ayer, el Senado de la República revivió la iniciativa sobre la controvertida ley de cobranza delegada, y afortunadamente, ayer mismo la bajaron. En la cabeza de alguien entró la cordura. Pero, ¿en qué consiste esta propuesta que ha generado un intenso debate desde su concepción? Esta ley permitiría a las entidades financieras cobrar directamente de la nómina de los trabajadores, una medida que, aunque técnica en apariencia, tiene profundas implicaciones sociales y económicas. Por ejemplo, podría hasta impulsar la creación de más apps montadeudas, pues estas podrían “cobrarse a lo chino”.
Quizá a primera vista, la cobranza delegada parece una solución eficiente para asegurar el pago de créditos y evitar la cartera vencida. Sin embargo, al analizarla en detalle, nos debemos preocupar. La ley permitiría a las entidades financieras descontar directamente de los salarios y prestaciones de los trabajadores, llámese aguinaldo, bonos, utilidades, etc., antes de que estos los reciban.
La Condusef ha sido una de las voces más críticas contra esta iniciativa, pues asegura que la ley vulneraría derechos fundamentales al limitar la capacidad de endeudamiento de los trabajadores y poner en riesgo su subsistencia. Esta medida podría llevar a muchos trabajadores a recibir salarios muy por debajo del nivel de subsistencia, generando un problema social grave, o lo que se conoce como estar por debajo de los niveles de pobreza, es decir, no podrían comprarse la famosa canasta básica.
Además, la ley impondría una carga adicional a los empleadores, quienes tendrían que gestionar estos descuentos, aumentando la carga de trabajo en las áreas de recursos humanos.
Pero aquí viene otro problema, y el que considero sería todavía más grave. Las fintech, especialmente las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes), podrían ser las principales beneficiarias de esta ley. Estas entidades, que ya operan en un marco regulatorio menos estricto que los bancos, tendrían una herramienta poderosa para asegurar el cobro de sus créditos. Sin embargo, esto plantea el riesgo de que estas fintech adopten prácticas abusivas similares a las de las apps montadeudas, o la creación de más montadeudas.
Las montadeudas han sido un problema creciente en México, ofreciendo préstamos rápidos con condiciones de pago impagables y utilizando tácticas de cobranza que llegan a la extorsión. La cobranza delegada podría convertirse en una versión institucionalizada de estas prácticas, donde los trabajadores se ven atrapados en un ciclo de deuda del que es difícil escapar, pues sus ingresos se ven mermados, amén de amenazas al deudor, sus familiares y amigos.
La ley de cobranza delegada no parece tener nada de buenas intenciones. Al contrario, parece todo menos querer solucionar los problemas de cartera vencida. Ya muchas de las fintech o Sofomes legalmente establecidas están usando algoritmos para poder calcular la capacidad de endeudamiento de sus clientes, lo que puede ayudar a mitigar el problema de impago. Los ocurrentes senadores, qué bueno que reconsideraron esta ley, y la dejen en el baúl más recónditamente guardado. En caso de que alguien la vuelva a querer sacar, le muestren todas las implicaciones de una medida que podría agravar el problema del sobreendeudamiento y crear una nueva versión de las apps montadeudas. La estabilidad económica de los trabajadores debe ser prioridad en cualquier reforma financiera.
Gemelos Digitales
Parece que ya el paraíso tecnológico que el gobierno de Donald Trump quería construir se empieza a caer. Tener visiones tan disímiles como la de Elon Musk y Bill Gates está empezando a cobrar factura. El creador de Microsoft, conocido por su filantropía y políticas progresistas, ha criticado la postura conservadora de Musk, especialmente su influencia en el gobierno de Trump, en el cual el sudafricano se encuentra al frente del Departamento de Eficiencia y Desregulación de EE.UU., que en teoría busca eliminar obstáculos burocráticos. Mientras Musk aboga por una desregulación agresiva y una mayor eficiencia gubernamental, Gates insiste en la importancia de mantener regulaciones que protejan la salud pública y el medio ambiente. Esta divergencia podría impactar la implementación de políticas tecnológicas clave, enfrentando la eficiencia y desregulación de Musk contra la seguridad y sostenibilidad defendida por Gates. Empieza el primer round entre estos dos pilares de la tecnología.