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Cada año, el 10 de mayo se convierte en una fecha clave no solo para las familias mexicanas, sino también para uno de los sectores más coloridos y sensibles de la economía nacional: la industria floral. En entrevista con Federico Martínez, presidente del Consejo Mexicano de la Flor, nos habla del verdadero peso económico de esta celebración, que va mucho más allá de un gesto simbólico.
“El Día de las Madres representa entre el 15% y el 20% de las ventas anuales del sector”, afirma Martínez con convicción. Y no es para menos: este año, la industria espera una derrama económica cercana a los 4 mil millones de pesos, solo en ventas al mayoreo. Esta cifra no solo refleja el amor de millones de mexicanos hacia sus madres, sino también el esfuerzo de más de 22 mil productores que trabajan durante meses para abastecer la demanda.
La floricultura mexicana, que florece especialmente en estados como el Estado de México, Puebla, Morelos, Michoacán y Guerrero, genera alrededor de 200 mil empleos directos permanentes, 50 mil temporales y más de un millón de empleos indirectos. Desde el cultivo hasta la entrega final, cada flor que llega a manos de una madre mexicana es el resultado de una cadena de trabajo que involucra a miles de personas.
Madres que cultivan, lideran y transforman
Pero hay un dato que destaca por encima de todos: la participación femenina. Según Martínez, el 30% de los negocios del sector están liderados por mujeres, y el 60% de la mano de obra también es femenina. Muchas de ellas son madres que han encontrado en la floricultura una vía de sustento, independencia y creatividad. “Las mujeres no solo lideran negocios, también están en el cultivo, la cosecha y la preparación de arreglos. Tienen ese ‘dedo verde’ que hace la diferencia”, comenta con orgullo.
El gasto promedio en flores para esta fecha ronda los 400 pesos, aunque hay opciones para todos los bolsillos, desde los 30 pesos hasta arreglos que superan los miles de pesos. La rosa sigue siendo la flor más vendida, aunque su dominio ha disminuido del 90% al 60%, dando paso a otras especies como el clavel, crisantemo, gerbera, girasol y orquídea. También ha crecido la preferencia por regalar plantas vivas, como begonias, anturios o rosales enanos, que ofrecen una opción más duradera y decorativa.
E-Commerce aún con potencial
Aunque el comercio electrónico aún representa solo entre el 5% y el 6% de las ventas, su crecimiento anual es del 20%. Las nuevas generaciones están impulsando este canal, aunque la experiencia sensorial de comprar flores en persona sigue siendo insustituible. “La gente quiere ver, oler y sentir las flores. Pero las nuevas generaciones están impulsando el canal digital”, señala Martínez.
Las redes sociales también han jugado un papel inesperado pero poderoso. Tendencias como regalar flores amarillas, impulsadas por videos virales, han ayudado a conectar con los jóvenes y mantener viva la tradición floral. “Todo lo que acerque a la gente a las flores es bienvenido”, concluye Martínez.
Así, el 10 de mayo no solo es una fecha para celebrar a las madres, sino también una oportunidad para fortalecer la economía local, impulsar el emprendimiento femenino y reconectar con la naturaleza a través de un gesto tan simbólico como regalar flores. Porque en cada ramo entregado, florece también el esfuerzo de miles de familias mexicanas.