Día Mundial Sin Tabaco: Urge proteger a niñas, niños y adolescentes del consumo de nicotina

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Cada 31 de mayo se conmemora el Día Mundial Sin Tabaco, una fecha clave para reflexionar y actuar frente a una problemática creciente: el consumo de tabaco y productos con nicotina entre niñas, niños y adolescentes. En México, las cifras son alarmantes y exigen una respuesta inmediata por parte de madres, padres, personas tutoras y la sociedad en general.

Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua (ENSANUT) 2023, el 4.3% de los adolescentes de 10 a 19 años ya son usuarios de cigarros electrónicos, mientras que el 2.2% de la población adulta también los consume. Esta tendencia preocupa profundamente debido a los efectos nocivos de la nicotina en el desarrollo neurológico de los jóvenes y su alto potencial adictivo.

Cifras que deben alertarnos

La Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT) reveló que el 4.9% de la población de 12 a 17 años fuma tabaco actualmente. Al desglosar por género, el 6.7% son hombres y el 3% mujeres. Aún más preocupante es que la edad promedio de inicio del consumo diario es de apenas 14 años.

El inicio temprano en el consumo de tabaco y nicotina no solo aumenta el riesgo de adicción, sino que también afecta el desarrollo físico, emocional y social de los adolescentes. Además, normalizar el consumo en edades tempranas puede abrir la puerta a otras conductas de riesgo.

La prevención comienza en casa

Las personas adultas que rodean a niñas, niños y adolescentes tienen un papel fundamental en la prevención. Su comportamiento, actitudes y hábitos pueden influir de manera significativa en las decisiones que tomen los menores. Hablar con ellos, escucharlos y convivir activamente son acciones clave para construir confianza y prevenir el consumo.

Una de las estrategias más efectivas es la creación de entornos 100% libres de humo y emisiones, tanto en el hogar como en espacios públicos. Esto no solo protege la salud física, sino que también envía un mensaje claro: el consumo de tabaco no es normal ni aceptable.

El Consejo de la Comunicación sugiera estas estrategias efectivas para prevenir el consumo:

Fortalecer la comunicación y la unión familiar

Una comunicación abierta y constante permite que los adolescentes expresen sus dudas, emociones y preocupaciones. Esto fortalece su autoestima y les brinda herramientas para tomar decisiones informadas.

Fomentar actividades culturales, artísticas y deportivas

Participar en actividades extracurriculares no solo mantiene a los jóvenes ocupados, sino que también les ayuda a desarrollar habilidades, intereses y un sentido de pertenencia.

Promover estilos de vida saludables

Impulsar el conocimiento sobre los riesgos del tabaco, así como fomentar la alimentación saludable, el ejercicio y el autocuidado, son pilares para construir una juventud más fuerte y consciente.