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El mundo de la relojería es un universo lleno de historia, precisión y elegancia. Sin embargo, pocas marcas pueden presumir de un legado tan rico y lleno de adversidades superadas como Cuervo y Sobrinos. Fundada en 1882, esta casa relojera ha visto pasar guerras, cambios políticos y transformaciones sociales, manteniéndose firme y relevante en el competitivo mercado de lujo.
Orígenes en La Habana
Todo comenzó en 1862, cuando Ramón Fernández Cuervo dejó su natal España y emprendió un viaje hacia el Caribe. En La Habana, años después, se unió a sus seis sobrinos para establecer una joyería en una de las zonas más exclusivas de la isla. Así nació Cuervo y Sobrinos, una marca que desde sus inicios se distinguió por su elegancia y sofisticación, atrayendo a la élite de la época.
Expansión y Reconocimiento Internacional
El negocio prosperó rápidamente y para 1920 decidieron expandir sus operaciones hacia Europa. Con oficinas en Pforzheim, Alemania, y París, Francia, la marca no solo comercializaba joyería, sino que también se convirtió en sinónimo de lujo en el continente europeo. Para la década de los 50, La Habana se consolidó como uno de los destinos más exclusivos del Caribe, y la tienda de Cuervo y Sobrinos se convirtió en un punto de referencia para personajes como Winston Churchill, Albert Einstein, Ernest Hemingway y María Félix.
Un Capítulo Oscuro: Nacionalización y Resurgimiento
Sin embargo, la historia no siempre fue fácil para la marca. Entre 1965 y 1996, Cuervo y Sobrinos fue nacionalizada por el gobierno cubano, fabricando relojes militares para el ejército. A pesar de esto, los modelos anteriores de la marca comenzaron a ganar notoriedad entre coleccionistas, lo que mantuvo viva la esencia de Cuervo y Sobrinos en los círculos más selectos de la relojería.
En 1997, los italianos Luca Musumeci y Marzio Villa decidieron revivir la marca, retomando sus operaciones en España e Italia. Este renacimiento marcó el inicio de una nueva era para Cuervo y Sobrinos, que recuperó su lugar en el mundo de la alta relojería.
Innovación y Excelencia en el Siglo XXI
La marca no se detuvo ahí. En 2005, lanzaron su primer calibre de cronógrafo de fabricación propia, el ‘CYS-2450’, consolidándose como una marca innovadora y fiel a sus raíces. Establecieron su sede y taller en Capolago, en el cantón suizo de Ticino, reafirmando su compromiso con la excelencia.
Hoy en día, bajo el liderazgo de Massimo Rossi, Cuervo y Sobrinos celebra su 140 aniversario. Adquirida por un equipo de inversionistas de la industria relojera en 2018, la marca continúa su legado de lujo y sofisticación, con especial atención al mercado mexicano, donde se esperan grandes lanzamientos este año.