Dividir la cuenta, multiplicar el mercado: las fintech ganan al ir por nichos

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Por años, las fintech mexicanas han querido competir con los bancos, pero pocas logran sobrevivir cuando intentan abarcar demasiado. En momentos donde el océano azul de antaño se ha vuelto rojo y está saturado de billeteras digitales, pasarelas de pago y neobancos, la especialización ha dejado de ser una apuesta arriesgada para convertirse en una estrategia de supervivencia.

Pacto, una startup mexicana enfocada en el sector restaurantero, es ejemplo de que enfocarse en un solo nicho puede ser la mejor vía de crecimiento. Su propuesta es simple: facilitar el pago entre varias personas en una misma mesa, algo que suele ser un dolor de cabeza para clientes y meseros por igual. La app permite dividir la cuenta sin complicaciones, asignar cada consumo y pagar desde el celular.

El modelo ya atrajo la atención de Mastercard, que la seleccionó para su programa global Start Path, el cual impulsa a las fintech con mayor potencial de impacto en sus respectivos mercados.

Pero más allá del apoyo internacional, lo interesante es que esta fintech apuesta por resolver un problema muy localizado: la baja adopción de métodos de pago modernos en restaurantes. No se centra en el público en general, ni pretende redescubrir el hilo negro. En su simpleza está su éxito.

De acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) de 2024, aunque 76.5% de los mexicanos tiene al menos un producto financiero, 85.2% sigue prefiriendo pagar en efectivo cuando el monto es menor a 500 pesos.

Rodrigo Kuri, cofundador de Pacto, considera que parte del problema es que las terminales bancarias se han quedado obsoletas, al ofrecer porcentajes de propina preestablecidos y no poder separar las cuentas de manera eficiente. Por ello, ve en la solución una respuesta que puede ayudar a los restaurantes a eficientar sus procesos y mejorar la atención al cliente.

“Tener una terminal bancaria en un establecimiento es complicado; es tecnología que necesita modernizarse porque si no, los que terminan sufriendo son los restaurantes”, asegura Kuri.

Según la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), al cierre de 2023 los agregadores y adquirentes no bancarios operaban unas 4.7 millones de terminales punto de venta (TPV), mientras que la banca tradicional apenas llegaba a 1.4 millones. Parte del crecimiento ha sido gracias a la popularización de los agregadores de pago, como Clip y Mercado Pago, que han facilitado la entrada a la digitalización a miles de restaurantes, cafeterías y fondas.

Es decir: hay más tarjetas y más terminales, pero aún no hay suficientes herramientas que hagan realmente más fácil pagar, sobre todo en entornos sociales. Ahí es donde soluciones hiperlocales, como la de Pacto, hacen match y demuestran que apostar por un solo sector no es sinónimo de pensar en pequeño.

A veces, dividir la cuenta es la mejor forma de multiplicar el negocio.

Darío Celis